Graffiti en el metro
VIERNES NOCHE en el extrarradio de Barcelona. En un parking situado al lado de la estación de Torras i Bages, cinco hombres de entre 20 y 40 años sacan del maletero de un BMW una pata de cabra y una cuerda de más de 20 metros. Llevan pantalones de chándal, ropa oscura y zapatillas de trekking. El humo de sus cigarros se mezcla con el vaho del frío mientras, con el murmullo de la autopista de fondo, hablan de butrones, de sierras radiales y de persecuciones policiales de infarto.
Texto: Pol Pareja